
Durante los años 90, un médico inglés llamado David Barker, desarrolló una hipótesis que venía a relacionar ciertos aspectos del desarrollo fetal con la salud del hijo nacido. Por ejemplo, sostenía que ciertos eventos durante el desarrollo temprano tenían un profundo impacto en el riesgo de desarrollar enfermedades futuras de adultos. Cuando la alimentación de la madre era muy deficiente en nutrientes o los niños nacían con bajo peso (menos de 2.700 kg a las 37 semanas) generaba una mayor vulner...
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