Los principios son importantes, la Psicología perinatal abarca los aspectos psicoemocionales de los tiempos próximos al nacimiento

En estos inicios de la vida la criatura humana necesita de cuidados, afecto, piel y nutrición para poder satisfacer sus necesidades, no sólo las fisiológicas, también las afectivas y de vinculación. En los bebés humanos esto supone una gran entrega y energía por parte de un cuidador. Usualmente este vínculo especial primario suele darse con la madre.

Cuando nace un bebé también nacen una madre y un padre, estos momentos cercanos al nacimiento suelen venir con bastantes dudas, cansancio y miedos, por lo que los cuidadores, que están en un momento de dar, también necesitan recibir para seguir cuidando de su hijo. Atender a un bebé, mantenerlo limpio, bien alimentado y feliz supone una gran cantidad de energía y entrega y puede ser un gran desgaste para los padres.

Una entrega tan grande como la crianza necesita de apoyo, valoración y cuidado. Una madre nutrida puede dar con alegría a su hijo, por ello es muy importante tener en cuenta que la mejor forma de apoyar en la crianza, el mejor regalo para un bebé es que su madre esté bien apoyada y cuidada. Cuidar a una madre es cuidar a su hijo.

Este sostén para la madre no sólo abarcan las necesidades más fisiológicas, la madre también necesita apoyo emocional, valoración y escucha.  Este cuidado puede venir de personas cercanas del entorno de la madre. En ocasiones esta ayuda no está o no es suficiente o se necesita una intervención más profesional, las psicólogas perinatales son las profesionales que tienen formación y capacitación para poder sostener, acompañar e intervenir, si es el caso, en estos tramos que comprenden la concepción, embarazo y posparto.

Isabel Villanueva