Comunicado Conjunto AEPP y Mares con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la eliminación de las Violencias contra las Mujeres
25 de noviembre, Día Internacional para la eliminación de las Violencias contra las Mujeres
A partir de 1999, Naciones Unidas establece el día 25 de Noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; con motivo de este día, la Asociación Española de psicología perinatal, y la Sociedad Marce Española de Salud Mental Perinatal (MARES), queremos unirnos a las reivindicaciones en torno a la erradicación de toda violencia contra las mujeres, poniendo el foco en la Violencia Obstétrica (VO).
La violencia contra las mujeres sigue siendo una lacra en nuestra sociedad; en el mundo en general, mujeres y niñas se ven sometidas a lo largo de su vida a diferentes formas de violencia por el simple hecho de ser mujeres; violencias físicas, sociales, económicas, psicológicas, laborales, sexuales…, y también a una violencia que surge dentro del sistema sanitario y que les afecta a lo largo de toda su vida, relacionada con su salud sexual y reproductiva: la violencia obstétrica.
Aunque el lema de este año, impulsado por el ministerio de Igualdad, es “España es otra”, como sociedades científicas que atendemos a la salud mental perinatal, queremos puntualizar que, si bien “es otra”, todavía queda un largo camino en este ámbito; de hecho, diferentes estudios siguen señalando que, en nuestro país, un 64,7% de las mujeres refieren haber sufrido VO, y de ellas, un 25,1% refieren maltrato verbal, un 54,5% físico y un 36,7% psicoafectivo1.
Dentro de este tipo de violencias ejercidas contra las mujeres, cabe destacar aquellas que tienen lugar en las cesáreas, procedimiento cuyas tasas sigue siendo muy elevadas y que, en ocasiones, se desarrollan vulnerando derechos básicos de las mujeres como la ley de autonomía del paciente y las recomendaciones de buenas prácticas en la atención al parto normal.
En España, la presencia de la pareja / acompañante durante el parto por cesárea aún no es una práctica consolidada, si bien es cierto que existen grandes diferencias entre sus distintas regiones. Cuando revisamos las causas, vemos que se trata mayormente de una cuestión cultural y organizativa, de manera que, al tratarse de una cirugía, se aplican protocolos propios del ámbito quirúrgico sin tener en cuenta la trascendencia del evento del nacimiento en la vida de las familias.
Pero, ¿representa algún riesgo la presencia del acompañante en quirófano?
Existen publicaciones que datan del año 1982 demostrativas de que, la presencia de acompañante en quirófano durante las cesáreas no se asocia a mayor riesgo de complicaciones maternas ni neonatales. Investigaciones posteriores, han replicado los mismos resultados3,4.
En cambio, al indagar sobre los posibles beneficios de esta práctica, sí se ha reportado una mejora de la satisfacción de las pacientes y sus familias, así como una reducción en la ansiedad que experimentan las madres durante la cirugía, con el subsiguiente impacto que puede comportar a medio y largo plazo sobre su salud física y mental5. la presencia de la pareja durante la cesárea, interviene positivamente en la instauración de la lactancia materna intraquirófano, en aquellas pacientes que lo desean.
Por todo ello, como sociedades científicas, queremos promover el respeto al acompañamiento de la mujer por parte de la aquella persona de su preferencia durante el parto por cesárea, y facilitar esta práctica, considerando como única excepción aquellas situaciones de emergencia que, al requerir una resolución inmediata, imposibiliten incorporar la figura del acompañante. Y con todo ello, avanzar un poco más en la erradicación de la VO en nuestro país.
Enlaces:
1 The magnitude of the problem of obstetric violence and its associated factors: A cross-sectional study Martínez-Galiano JM, Martinez-Vazquez S, Rodríguez-Almagro J, Hernández-Martinez A. The magnitude of the problem of obstetric violence and its associated factors: A cross-sectional study. Women Birth. 2021 Sep;34(5):e526-e536. doi: 10.1016/j.wombi.2020.10.002. Epub 2020 Oct 17. PMID: 33082123.
2 Fathers in the cesarean section room and maternal/neonatal outcomes Sakala EP, Henry RA. 1988 Fall;8(4):342-6. PMID: 3236104.
3 The Charité cesarean birth: a family orientated approach of cesarean section
5 The Effects of Accompaniment on Maternal Anxiety During Elective Cesarean Delivery: A Quasi-experimental Study Gutiérrez NO, Cobo J, Calsina SP, Esteve YC, Oliva JC, Tricas JG. Matern Child Health J. 2023 Aug;27(8):1352-1360. doi: 10.1007/s10995-023-03677-6. Epub 2023 May 25. PMID: 37227622.
Comunicado conjunto de la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP) y la Sociedad Marce Española (Mares), con motivo del día Mundial de la salud mental materna.
Como cada año, y desde el 2016, la Asociación Española de Psicología Perinatal y la Sociedad Marcé Española (MARES) hacemos una llamada a la acción para la adecuada atención de la salud mental de las madres.
Nuestras dos sociedades científicas, fundadas ambas en el año 2012, persiguen entre sus objetivos el estudio, comprensión, prevención y tratamiento de los trastornos mentales asociados al período perinatal; a la vez que divulgamos, informamos y formamos a profesionales y población general sobre la importancia de un problema de una magnitud tan grande como lo es la adecuada atención a la Salud mental materna.
Así en este contexto, nos unimos y llamamos a la acción de toda la sociedad, desde los estamentos públicos, profesionales y población general, a poner el foco en el cuidado y promoción de la salud de las mujeres, bebés, padres y familias en un período de tan gran vulnerabilidad como lo es el embarazo, parto y puerperio.
Las cifras son claras, y vienen siendo constatadas cada año; sabemos que 1 de cada cinco mujeres experimentará un trastorno emocional durante el embarazo y/o puerperio, pero solo 3 de cada 10 lo verbalizarán; la ocultación y minimización de los síntomas, conllevará retrasos diagnósticos e incluso estos no serán diagnosticados en ningún momento, quedando así un 75% de mujeres sin un adecuado tratamiento. (Uguz F, Yakut E, Aydogan S, Bayman MG, Gezginc K, 2019).
No podemos olvidar la evidencia científica, que apoya la existencia de un malestar emocional importante en las mujeres durante los tratamientos de reproducción asistida (Lasheras, G., Mestre-Bach, G., Clua, E., Rodríguez, I., & Farré-Sender, B. 2020)
La gravedad de estos cuadros es tal, que sabemos que el suicidio materno es la primera causa de muerte materna hasta una año después del parto; son muchas las mujeres (en torno a un 20%) que padecen trastornos depresivos perinatales, siendo el trastorno psiquiátrico más frecuente de la mujer durante la crianza; unido a la importancia de los trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos, bipolares o incluso el trastorno psicótico que llega a afectar alrededor de 1 de cada 1000 mujeres en la etapa perinatal. No podemos olvidar tampoco que 1 de cada 4 embarazos culminará en aborto o muerte fetal, con las consiguientes dificultades emocionales para las mujeres los sufren (Cobo, J 2023)
Estos trastornos no solo afectarán a la propia mujer, sino que comportarán implicaciones y consecuencias en la salud mental de sus hijos e hijas, parejas (las cuales también se ven afectadas en una proporción de 1/10 durante esta etapa) y a la sociedad presente y futura, dejando una huella devastadora en la mujer y sus familias.
En una sociedad que ha atendido a la salud desde un punto de vista androcéntrico, minimizando las quejas de las mujeres, sin tener en cuenta el género en las investigaciones en torno a la salud mental, olvidando los factores de riesgo de las mujeres y atendiendo a la maternidad en base a mitos, prejuicios y estereotipos, urge llamar la atención sobre una realidad tan presente y cruel para quien la padece. Impera conseguir una implicación a amplio nivel: del personal sanitario, de los estamentos políticos, de las organizaciones sociales y de todas y cada una de las personas de la comunidad, para que consigamos una mayor y mejor investigación, prevención, atención e intervención, con un soporte adecuado a las mujeres y sus familias.; porque tal y como reza la campaña de este año:
#JuntasSomosMasFuertes y #EnRedNosSostenemos.
Aportaciones para la mejora de la SALUD MENTAL PERINATAL y el PERMISO PREPARTO y PERMISO PUERPERAL, durante el proceso de enmiendas de la MODIFICACIÓN DE LA LEY ORGÁNICA 2/2010, DE 3 DE MARZO, DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA Y DE LA INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO
Desde la Asociación Española de Psicología Perinatal: AEPP, nos dirigimos a las y los diputados y grupos políticos del Congreso para hacerles llegar una serie de propuestas que podrían formar parte de la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo relativas a la Salud Mental Perinatal y los permisos preparto y puerperales en este proceso de enmienda de la Ley.
En agosto de este mismo año, asistíamos un una reunión al Ministerio de Igualdad para presentar nuestras aportaciones sobre Salud Mental Perinatal y ahora, gracias al empuje de las compañeras de PETRA, solicitamos en este periodo de enmienda, además, que se incluyan un permiso preparto y un permiso puerperal mejorado, en la MODIFICACIÓN DE LA LEY ORGÁNICA 2/2010, DE 3 DE MARZO, DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA Y DE LA INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO, más conocida como la ley del aborto.
Éstas han sido nuestras peticiones:
Sra. diputada / Sr. Diputado,
Desde la Asociación Española de Psicología Perinatal: AEPP, nos dirigimos a usted para hacerle llegar una serie de propuestas que podrían formar parte de la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
En agosto de este mismo año, asistimos en Madrid a una reunión con el Ministerio en la que ya exponíamos varias peticiones fundamentales desde el ámbito de la Salud Mental Perinatal.
Nos encontramos en los servicios de psicología públicos y privados, muchas deficiencias en los servicios de atención a la salud sexual, y reproductiva:
● Falta de especialistas en psicología y sexología en la mayoría de los servicios mencionados.
● Una de cada cinco madres presentará enfermedad mental perinatal. La depresión es la enfermedad con mayor prevalencia durante el embarazo, incluidas las afecciones clínicas.
● Una de cada 1000 madres padecerá psicosis puerperal. Hay necesidad de tener recursos adaptados. No existe ninguna otra etapa de mayor riesgo para las psicosis que las semanas después del parto.
● El 50% de las mujeres con trastorno bipolar están en riesgo de presentar psicosis puerperal.
● El 20% de muertes en esta etapa es por suicidio materno.
Si hiciéramos un cálculo a partir de los datos de la literatura podríamos decir que, al año, los problemas de salud mental en la población española afectarían a 85.000 mujeres, a 76.000 mujeres en el postparto y 800 mamás españolas presentarían psicosis puerperal. No existen servicios adecuados a estos datos en
toda la Sanidad pública española. En Salud mental, perinatal y sexual está todo por hacer.
Por todo esto solicitamos:
– Presencia de profesionales de la psicología perinatal en los procesos reproductivos: Clínicas y procesos de reproducción asistida (Públicas y/o privadas), en Clínicas de Interrupción Voluntaria del embarazo, Parto traumático, secuelas de Violencia Obstétrica, Trastornos por estrés post-traumáticos por motivos sexuales, perinatales, Depresión Perinatal, Ansiedad Perinatal, Unidades de Neonatología, Atención al Duelo Perinatal homogénea y especializada, garantizando la calidad de la prestación, de forma humana y sin infantilismos, empoderando a las mujeres para que tomen decisiones calmadas e informadas.
– Equipos de Salud Mental Perinatal multidisciplinares en Atención Primaria así como en los servicios de atención al embarazo (seguimiento embarazo, puerperio, atención en planificación familiar…)
– Presencia de psicólogas especialistas en unidades de asistencia a víctimas de violencia/abuso sexual.
– Educación afectivosexual transversal en todos los cursos de enseñanza obligatoria impartida por profesionales de la sexología.
– Inclusión de aspectos de psicología perinatal en procesos formativos de ginecología, obstetricia, neonatología.
– Atención por psiquiatría y psicología perinatal a mujeres con trastorno mental grave que quieren ser madres, o que ya están embarazadas.
– Atención en salud mental de los profesionales de ginecología y obstetricia.
Además de éstas, nos unimos ahora a otras asociaciones de profesionales y madres, en el periodo de enmiendas para añadir las relativas a los permisos preparto y puerperal que consideramos fundamentales:
– Permiso preparto retribuido universal, de al menos 4 semanas, aunque aspiramos a 8 semanas.
– Permiso puerperal retribuido universal, de al menos 8 semanas, aunque aspiramos a 15 semanas.
– Ampliación como mínimo de 6 a 12 meses, universalidad y transferibilidad del actual permiso parental por nacimiento y cuidado del menor.
Los permisos preparto y puerperal son imprescindibles para proteger los procesos sexuales y reproductivos de las madres (final del embarazo, parto, postparto, puerperio y establecimiento de la lactancia materna), independientes de los actuales permisos parentales iguales e intransferibles que no responden a los cambios físicos y emocionales por los que sólo pasamos nosotras.
Estos permisos deben ser retribuidos para amortiguar el empobrecimiento que sufrimos las mujeres al tener hijas e hijos y también deben ser universales para evitar que las mujeres en situaciones más precarias (migrantes, racializadas, con empleos precarios, etc.) sean excluidas por no cumplir los requisitos de cotización (actualmente más del 35% de las madres no tienen derecho a permiso parental
por nacimiento).
El proyecto de ley plantea un permiso preparto desde la 39 semana de gestación, que nos parece insuficiente. Son pocas las mujeres que llegan a esa semana sin haber dado a luz antes o están de incapacidad temporal o de suspensión de contrato por riesgo laboral para el embarazo.
Si es imprescindible un permiso para no llegar al parto extenuadas y estresadas, aún lo es más un permiso laboral para la recuperación de ese proceso, que en demasiados casos es traumático y altamente intervencionista, así como para poder dar respuesta a las necesidades del puerperio y del establecimiento de la lactancia materna, si la madre decide amamantar. Con los actuales permisos parentales por nacimiento (iguales e intransferibles) las mujeres tenemos 0 días para recuperarnos de una cirugía mayor abdominal (cesárea), de un corte de la vagina (episiotomía), de desgarros vaginales y anales por el uso de instrumentos, de una depresión posparto, de varios tipos de anestesia, de loquios y dolores de entuertos, de estar sangrando durante 40 días (cuarentena), de que nuestros órganos internos vuelvan a su sitio antes del embarazo, etc. Y si hemos optado por dar el pecho también tenemos 0 días para curarnos de grietas, mastitis, etc. y 0 días para el establecimiento del vínculo y la lactancia materna. Todos estos procesos fisiológicos, que en el mejor de los casos y si todo va bien, exigen de tiempo descanso y de recuperación.
Es totalmente injusto que en nuestro país no contemos con unos permisos de maternidad (preparto y puerperal) adicionales al permiso parental por nacimiento y cuidado del menor, como lo tienen otras madres europeas. Queremos tener permisos parecidos a los de otros países europeos y latinoamericanos en el que las mujeres cuentan con entre 4 y 8 semanas de permiso preparto y entre 8 y 15 semanas de permiso puerperal (posparto), además de permisos parentales amplios y mayoritariamente transferibles entre progenitores de 6 a 12 meses como mínimo.
Desde la Asociación Española de Psicología Perinatal, esperamos que estas consideraciones puedan tenerse en cuenta, ya que hablamos de la Salud Mental de mujeres gestantes y puérperas y bebés, salud que es necesaria cuidar y proteger, ofreciendo recursos y atendiendo a las necesidades físicas y
emocionales de madres-bebes-familias, como son estas reivindicaciones que aportamos, ya que además cuidando la salud mental de las madres cuidamos la salud mental de nuestra sociedad actual y futura.
Estamos a su disposición para cualquier ampliación o aclaración, agradeciendo de antemano su atención.
Desde la Asociación Española de Psicología Perinatal: AEPP, nos dirigimos a usted para hacerle llegar una serie de propuestas que podrían formar parte de la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
En agosto de este mismo año, asistimos en Madrid a una reunión con el Ministerio en la que ya exponíamos varias peticiones fundamentales desde el ámbito de la Salud Mental Perinatal.
Nos encontramos en los servicios de psicología públicos y privados, muchas deficiencias en los servicios de atención a la salud sexual, y reproductiva:
● Falta de especialistas en psicología y sexología en la mayoría de los servicios mencionados.
● Una de cada cinco madres presentará enfermedad mental perinatal. La depresión es la enfermedad con mayor prevalencia durante el embarazo, incluidas las afecciones clínicas.
● Una de cada 1000 madres padecerá psicosis puerperal. Hay necesidad de tener recursos adaptados. No existe ninguna otra etapa de mayor riesgo para las psicosis que las semanas después del parto.
● El 50% de las mujeres con trastorno bipolar están en riesgo de presentar psicosis puerperal.
● El 20% de muertes en esta etapa es por suicidio materno.
Si hiciéramos un cálculo a partir de los datos de la literatura podríamos decir que, al año, los problemas de salud mental en la población española afectarían a 85.000 mujeres, a 76.000 mujeres en el postparto y 800 mamás españolas presentarían psicosis puerperal. No existen servicios adecuados a estos datos en
toda la Sanidad pública española. En Salud mental, perinatal y sexual está todo por hacer.
Por todo esto solicitamos:
– Presencia de profesionales de la psicología perinatal en los procesos reproductivos: Clínicas y procesos de reproducción asistida (Públicas y/o privadas), en Clínicas de Interrupción Voluntaria del embarazo, Parto traumático, secuelas de Violencia Obstétrica, Trastornos por estrés post-traumáticos por motivos sexuales, perinatales, Depresión Perinatal, Ansiedad Perinatal, Unidades de Neonatología, Atención al Duelo Perinatal homogénea y especializada, garantizando la calidad de la prestación, de forma humana y sin infantilismos, empoderando a las mujeres para que tomen decisiones calmadas e informadas.
– Equipos de Salud Mental Perinatal multidisciplinares en Atención Primaria así como en los servicios de atención al embarazo (seguimiento embarazo, puerperio, atención en planificación familiar…)
– Presencia de psicólogas especialistas en unidades de asistencia a víctimas de violencia/abuso sexual.
– Educación afectivosexual transversal en todos los cursos de enseñanza obligatoria impartida por profesionales de la sexología.
– Inclusión de aspectos de psicología perinatal en procesos formativos de ginecología, obstetricia, neonatología.
– Atención por psiquiatría y psicología perinatal a mujeres con trastorno mental grave que quieren ser madres, o que ya están embarazadas.
– Atención en salud mental de los profesionales de ginecología y obstetricia.
Además de éstas, nos unimos ahora a otras asociaciones de profesionales y madres, en el periodo de enmiendas para añadir las relativas a los permisos preparto y puerperal que consideramos fundamentales:
– Permiso preparto retribuido universal, de al menos 4 semanas, aunque aspiramos a 8 semanas.
– Permiso puerperal retribuido universal, de al menos 8 semanas, aunque aspiramos a 15 semanas.
– Ampliación como mínimo de 6 a 12 meses, universalidad y transferibilidad del actual permiso parental por nacimiento y cuidado del menor.
Los permisos preparto y puerperal son imprescindibles para proteger los procesos sexuales y reproductivos de las madres (final del embarazo, parto, postparto, puerperio y establecimiento de la lactancia materna), independientes de los actuales permisos parentales iguales e intransferibles que no responden a los cambios físicos y emocionales por los que sólo pasamos nosotras.
Estos permisos deben ser retribuidos para amortiguar el empobrecimiento que sufrimos las mujeres al tener hijas e hijos y también deben ser universales para evitar que las mujeres en situaciones más precarias (migrantes, racializadas, con empleos precarios, etc.) sean excluidas por no cumplir los requisitos de cotización (actualmente más del 35% de las madres no tienen derecho a permiso parental
por nacimiento).
El proyecto de ley plantea un permiso preparto desde la 39 semana de gestación, que nos parece insuficiente. Son pocas las mujeres que llegan a esa semana sin haber dado a luz antes o están de incapacidad temporal o de suspensión de contrato por riesgo laboral para el embarazo.
Si es imprescindible un permiso para no llegar al parto extenuadas y estresadas, aún lo es más un permiso laboral para la recuperación de ese proceso, que en demasiados casos es traumático y altamente intervencionista, así como para poder dar respuesta a las necesidades del puerperio y del establecimiento de la lactancia materna, si la madre decide amamantar. Con los actuales permisos parentales por nacimiento (iguales e intransferibles) las mujeres tenemos 0 días para recuperarnos de una cirugía mayor abdominal (cesárea), de un corte de la vagina (episiotomía), de desgarros vaginales y anales por el uso de instrumentos, de una depresión posparto, de varios tipos de anestesia, de loquios y dolores de entuertos, de estar sangrando durante 40 días (cuarentena), de que nuestros órganos internos vuelvan a su sitio antes del embarazo, etc. Y si hemos optado por dar el pecho también tenemos 0 días para curarnos de grietas, mastitis, etc. y 0 días para el establecimiento del vínculo y la lactancia materna. Todos estos procesos fisiológicos, que en el mejor de los casos y si todo va bien, exigen de tiempo descanso y de recuperación.
Es totalmente injusto que en nuestro país no contemos con unos permisos de maternidad (preparto y puerperal) adicionales al permiso parental por nacimiento y cuidado del menor, como lo tienen otras madres europeas. Queremos tener permisos parecidos a los de otros países europeos y latinoamericanos en el que las mujeres cuentan con entre 4 y 8 semanas de permiso preparto y entre 8 y 15 semanas de permiso puerperal (posparto), además de permisos parentales amplios y mayoritariamente transferibles entre progenitores de 6 a 12 meses como mínimo.
Desde la Asociación Española de Psicología Perinatal, esperamos que estas consideraciones puedan tenerse en cuenta, ya que hablamos de la Salud Mental de mujeres gestantes y puérperas y bebés, salud que es necesaria cuidar y proteger, ofreciendo recursos y atendiendo a las necesidades físicas y
emocionales de madres-bebes-familias, como son estas reivindicaciones que aportamos, ya que además cuidando la salud mental de las madres cuidamos la salud mental de nuestra sociedad actual y futura.
Estamos a su disposición para cualquier ampliación o aclaración, agradeciendo de antemano su atención.
Ojalá sean tenidas en cuenta, no obstante desde la AEPP seguiremos luchando y aportando lo que esté en nuestra mano por mejora la atención en Salud Mental Perinatal en nuestro país.
SALUD MENTAL MATERNA Y EVIDENCIA CIENTÍFICA
La evidencia científica es fundamental para cubrir los objetivos que se pretenden mediante la celebración del Día Mundial de la Salud Mental Materna, como son aumentar la conciencia acerca de los problemas de salud mental materna y sensibilizar a la población mundial sobre su importancia para de este modo, mejorar los recursos para la prevención, detección y tratamiento de los trastornos mentales durante el embarazo y la etapa perinatal.
Por ese motivo, la Red Iberoamericana de Salud Metal Maternal, comparte una serie de resultados de investigación que se llevan a cabo el distintos paises como Argentina, Chile y España.
Las principales conclusiones a las que se llegan estos trabajos son:
En Argentina, el 57% de las embarazadas manifiestan algún tipo de respuesta ansiosa durante el embarazo. Estas respuestas se ven influidas, además, por factores psicosociales como el lugar de residencia, el apoyo social o la ocupación laboral de la mujer (González, MF.; Mattiolli, M.; Leiva, C.; Meques, F.; Piaggio, L.; Bettendorff, S. y Marano-Roure, M. 2021)
En Chile se observa como “Las parejas con interacciones familiares cooperativas muestran mayores niveles de corresponsabilidad tanto en lo doméstico como en los cuidados, así como una comunicación más abierta” (Pérez C.F., Arriagada S.V., Navarro T.C y Besoain A.C.)
Sigue existiendo una visión patriarcal en el modelo de crianza y una asunción de roles tradicional en la maternidad y el cuidado de los hijos… “Nada nuevo bajo el sol” (Arriagada, V., Toval,M. y Pérez, F)
En España se están llevando a cabo en la actualidad estudios sobre duelo y perdidas gestacionales (Cobo, J) y poniendo de manifiesto la alta incidencia de problemas de salud mental en el embarazo y las carencias en cuanto a su atención: Más del 75% de mujeres no son diagnosticadas y no reciben ni el apoyo ni el tratamiento adecuado (Lasheras Pérez, G.)
Además, se está observando la evidencia de malestar emocional de las mujeres que están llevando a cabo tratamientos de reproducción. (Lasheras, G., Mestre-Bach, G., Clua, E., Rodríguez, I., & Farré-Sender, B. 2020)
Se ha detectado, desde los trabajos llevados a cabo en UCINs que Las madres con hijos hospitalizados en UN presentaron más tendencia a desarrollar una Depresión postparto (Lasheras, G., Farré-Sender, B., Porta, R., & Mestre-Bach, G. 2022)
La adaptación en investigación a mediciones de forma on-line, se utiliza para acercarnos a los resultados sobre nos niveles de vinculación madre-bebé y factores relacionados con las alteraciones del vínculo (Lasheras, G., Farré-Sender, B., Osma, J., Martínez-Borba, V., & Mestre-Bach, G. 2021)
Por ultimo, se observan los factores de riesgo prenatales en madres con trastorno mental en la creación del vínculo materno-infantil. (Farré-Sender, B., Torres, A., Gelabert, E., Andrés, S., Roca, A., Lasheras, G., Valdés, M., & Garcia-Esteve, L. 2018).
La violencia obstétrica existe: negarla es otra forma de violencia
Comunicado conjunto de la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP) y de la Sociedad MarcéEspañola de Salud Mental Perinatal-MARES, a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La violencia de género es una epidemia más en nuestra sociedad; las cifras son claras, y los informes de la ONU indican que una de cada tres mujeres ha sufrido violencia a lo largo de su vida.
La violencia contra mujeres y niñas supone una violación de los Derechos Humanos, la más generalizada en todo el mundo; y sus consecuencias a nivel físico, psicológico y social son de una extremada gravedad. Baste como ejemplo citar los datos de la ONU, que cifran en 137 el número de mujeres que son asesinadas por día en el mundo, a manos de sus parejas u otro familiar.
La crisis sanitaria por la COVID-19 ha agravado aún más la situación de violencia en la que viven muchas mujeres, no solo por tener que convivir con sus maltratadores, sinotambién por las dificultades para acceder a los recursos de ayuda necesarios.
Al hablar de violencia contra las mujeres, debemos hacer referencia a varios tipos o manifestaciones de la misma:
- Violencia económica.
- Violencia psicológica.
- Violencia social.
- Violencia emocional.
- Violencia sexual.
Y entre estos tipos de violencia, la AEPP y MARES queremos poner el foco en la violencia obstétrica, que afecta a las mujeres en los procesos relacionados con su salud sexual y reproductiva y ha llegado el momento de que deje de estar invisibilizada. No se trata de un hecho aislado, sino que, tal ycomo recogen diversos estudios, sus cifras alcanzan a más del 33% de las mujeres en nuestro país.
Aunque afortunadamente existen profesionales sanitarios sensibilizados con esta problemática y conscientes de la necesidad de erradicarla de sus consultas, todavía debemos denunciar la utilización de prácticas obsoletas, sin indicaciones médicas que las justifiquen, el trato deshumanizado, el maltrato verbal, la infantilización de las mujeres, entre otras manifestaciones de la violencia obstétrica.
Sin olvidar sus importantes consecuencias en la salud física y mental de las mujeres, sus hijos e hijas, tanto a corto, como medio y largo plazo. Sabemos y constatamos que muchas mujeres experimentarán trastornos de estrés postraumático tras sus partos, o desarrollarán tocofobia.
Si antes señalábamos que la situación generada por laCOVID-19 supuso un agravante para la violencia contra las mujeres en general, también debemos recordar su relevancia en el caso de la violencia obstétrica. En algunos momentos de esta pandemia, no se permitió a las mujeres en situación de parto estar acompañadas por sus parejas o persona de su elección, se les separó sin causa justificada de sus bebés, se practicaron inducciones al parto sin razones médicas que las justificaran plenamente, entre otras acciones.
La atención adecuada a la mujer, su pareja y la familia tras la muerte fetal o perinatal también merece una mención importante en este día. Desgraciadamente, no todos los centros sanitarios disponen de protocolos basados en la evidencia en estos casos.
No obstante, reconocemos la labor de algunas asociaciones profesionales, y de profesionales individuales, que comprenden la magnitud de este problema, poniendo cada día todos sus esfuerzos paramejorar la calidad de la atención a las mujeres en sus procesos sexuales y reproductivos, sabiendo que la atención respetuosa al parto y nacimiento es todavía un objetivo por alcanzar para la obstetricia.
La violencia obstétrica existe: negarla es otra forma de violencia. Identificarla es el primer paso para erradicarla.
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